jueves, 17 de julio de 2014

Cómo mantener y limpiar tus colchones

La limpieza y el mantenimiento adecuados del colchón de tu casa es la mejor manera de hacer que duren más tiempo. Los colchones, ya sean de látex o espuma de poliuretano, pueden dañarse fácilmente si no se cuidan como es debido desde el primer momento. Por ello, hemos preparado esta serie de consejos y sencillas prácticas para que además de que puedas ahorrar dinero, puedas conservar tu colchón por mucho más tiempo. Y lo más importante, cuidarás de manera indirecta de tu postura, de tu espalda, teniendo un sueño más saludable y reposado.

1. Aunque parezca trivial, la mejor manera de cuidar el colchón es utilizar una protección simple, utilizando la protección entre el colchón y cada juego de sábanas gracias a las gomas que estas últimas incorporan y que se ajustan a las esquinas de tu cama. Esta simple advertencia no sólo protegerá tu colchón de posibles manchas que pueden ser absorbidas por la capa del colchón, también evitará que el sudor que produzcas durante la noche impregne malos olores. Por ello, es obvio que tendrás que ir cambiando periódicamente tu juego de sábanas.


2. Al igual que con todos los elementos de la casa, incluso el colchón puede acumular polvo. Por ello, te recomendamos que aspires los colchones, antes de poner las sábanas limpias, aprovechando el uso de la aspiradora (con varios accesorios intercambiables) en el dormitorio. En poco tiempo, eliminarás una buena cantidad de ácaros, que causan además muchas alergias.

3. Los ácaros del polvo aman el aire limpio y fresco de la mañana. Antes de hacer la cama, conviene que airees los colchones para desprenderte de los malos olores, pero no más de un cuarto de hora. En este caso, los ácaros se adaptarán y se secará la humedad que se haya acumulado en los días anteriores. Los productos específicos contra los ácaros del colchón se utilizan sobre todo si sufres de alguna alergia. A veces puede ser suficiente en lugar de un cuarto de hora de aire y el sol.

4. Girar el colchón es una práctica de lo más recomendable para permitir su durabilidad. Para ello, tendrás que darle la vuelta según las estaciones del año, siendo conveniente hacerlo sólo en verano y en invierno. Incluso, conviene también invertir la dirección del colchón (la parte de la cabeza y la zona de los pies) cada tres meses. De esta manera, podrás distribuir el peso a lo largo del colchón de manera que no se viciará ninguna de sus partes ni se desgastará antes de lo normal.

5. Por último, en lo que se refiere a la limpieza y lavado del colchón, es aconsejable usar productos específicos para el lavado que vendrán señalados en cada etiqueta o manual de instrucciones del producto cuando lo compres.

Si deseas evitar el uso de productos agresivos, puede ser suficiente un recipiente con agua, un cepillo con púas medianas y un detergente en polvo para la ropa. Después de poner un poco de detergente sobre la mancha con un cepillo mojado, frota sobre la superficie teniendo cuidado de no exagerar con agua para evitar mojar demasiado el colchón. Por último, ponlo a secar en una esquina bien iluminada de tu habitación, sin dejar entrar mucho el aire, protegiéndolo así de los ácaros.


Fuente: Diezxdiez

lunes, 14 de julio de 2014

¿Qué tipos de sábanas existen?

Lo primero que debes hace antes de comprar nuevas sábanas para tu cama es comprobar las dimensiones de su colchón. Es importante tanto medirlo tanto de largo como de ancho, y también comprobar su grosor.
Hecho esto, lo siguiente es decidir la tela que queremos para nuestras sábanas. Los materiales más utilizados son el algodón y el poliéster, pero hay muchos otros materiales para elegir, cada uno con sus ventajas y sus propiedades.

Las fibras naturales
sábanas
  • El algodón: el algodón garantiza la comodidad en la cama. Es conocido por su suavidad y ligereza. absorbe eficazmente la humedad y se puede utilizar durante todo el año. Sin embargo, es difícil de mantener y se arruga con bastante rapidez.
  • La franela: la franela es un tejido creado a partir de fibras de algodón a las que se les aplica un rascado para extraer la fibra. Gracias a este proceso, nos encontramos con una fibra muy suave y confortable. Es especialmente adecuada para el período de invierno, ya que es ideal para mantener el calor. Aun así, también hay quien lo utiliza para el verano, ya que es muy absorbente. La desventaja más grande es que si no se cuida correctamente, se desgasta rápidamente.
  • El lino: el lino es conocido por su ligereza. Además de ser absorbente, es indestructible. Al igual que muchas fibras naturales, se pliega rápidamente.
  • La seda: la seda ha sido diseñada por una mezcla de diferentes fibras (lino o algodón egipcio), es suave y muy absorbente, pero su precio es más alto que otros tejidos y fibras naturales.
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Las fibras sintéticas
  • El poliéster: es muy resistente al desgaste y a la formación de bolas, aunque su confort y absorción de la humedad deja un poco que desear.
  • El satén: se caracteriza por su suavidad, se puede dormir con él sin despeinarse, por lo que algunos optan por las fundas de almohada de satén.
  • El algodón-poliéster: es una fusión de estos dos materiales para conseguir una tela con todas sus cualidades.
  • Esta tela ofrece mayor comodidad, mayor absorción y, además, su precio es muy asequible. El aspecto más negativo del algodón-poliéster es que con el tiempo, surge el desgaste, por lo que se debe cambiar con regularidad. 


Cuéntanos: ¿qué sábanas utilizas para tu cama y las de tu hogar? ¿Cuáles son tus favoritas? ¿Cambiarías de sábanas para probar otras telas? Ya lo sabes, la sección de comentarios es toda tuya.