La limpieza y el mantenimiento
adecuados del colchón de tu casa es la mejor manera de hacer que duren más tiempo. Los colchones, ya sean de látex o espuma de poliuretano, pueden dañarse fácilmente si
no se cuidan como es debido desde el primer momento. Por ello, hemos preparado
esta serie de consejos y sencillas prácticas para que además de que puedas
ahorrar dinero, puedas conservar tu colchón por mucho más tiempo. Y lo más
importante, cuidarás de manera indirecta de tu postura, de tu espalda, teniendo
un sueño más saludable y reposado.
1. Aunque parezca trivial, la mejor manera de cuidar el colchón es utilizar una protección simple,
utilizando la protección entre el colchón y cada juego de sábanas gracias a las
gomas que estas últimas incorporan y que se ajustan a las esquinas de tu cama.
Esta simple advertencia no sólo protegerá tu colchón de posibles manchas que
pueden ser absorbidas por la capa del colchón, también evitará que el sudor que
produzcas durante la noche impregne malos olores. Por ello, es obvio que
tendrás que ir cambiando periódicamente tu juego de sábanas.
2. Al igual que con todos los elementos de la casa, incluso el colchón puede acumular polvo.
Por ello, te recomendamos que aspires los colchones, antes de poner las sábanas
limpias, aprovechando el uso de la aspiradora (con varios accesorios
intercambiables) en el dormitorio. En poco tiempo, eliminarás una buena
cantidad de ácaros, que causan además muchas
alergias.
3. Los ácaros del polvo aman el aire limpio y fresco
de la mañana. Antes de hacer la cama, conviene que airees los colchones para desprenderte de los malos olores, pero
no más de un cuarto de hora. En este caso, los ácaros se
adaptarán y se secará la humedad que se haya acumulado en los días anteriores.
Los productos específicos contra los ácaros del colchón se utilizan sobre todo
si sufres de alguna alergia. A veces puede ser suficiente en lugar de un cuarto
de hora de aire y el sol.
4. Girar el colchón es una práctica de lo más recomendable para permitir su
durabilidad. Para ello, tendrás que darle la vuelta según las estaciones del
año, siendo conveniente hacerlo sólo en verano y en invierno. Incluso, conviene
también invertir la dirección del colchón (la parte de la cabeza y la zona de
los pies) cada tres meses. De esta manera, podrás distribuir el peso a lo largo
del colchón de manera que no se viciará ninguna de sus partes ni se desgastará
antes de lo normal.
5. Por último, en lo que se refiere a la limpieza y
lavado del colchón, es aconsejable usar productos específicos para el lavado
que vendrán señalados en cada etiqueta o manual de instrucciones del producto
cuando lo compres.
Si deseas evitar el uso de productos agresivos, puede ser suficiente un recipiente con agua, un cepillo con púas medianas y un detergente en polvo para la ropa. Después de poner un poco de detergente sobre la mancha con un cepillo mojado, frota sobre la superficie teniendo cuidado de no exagerar con agua para evitar mojar demasiado el colchón. Por último, ponlo a secar en una esquina bien iluminada de tu habitación, sin dejar entrar mucho el aire, protegiéndolo así de los ácaros.
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